Vida sana, trabajo sano

El trabajo forma parte de nuestra vida y los hábitos que desarrollamos en ella afectarán a nuestro rendimiento y satisfacción laboral. Mantenerse sano puede ayudar a poseer un bienestar general que se contagia a todas nuestras actividades rutinarias. Por contra, difícilmente nos encontraremos a gusto en el trabajo sí hasta él arrastramos enfermedades y dolencias derivadas de unos malos hábitos de vida.

Mantenerte sano te ayuda a combatir el síndrome de burnoutEl punto en el que trabajo y vida sana mejor conectan es en el de mantener unos horarios regulares. Al mantener un horario estable, nuestro cuerpo descansa mejor y se adapta para mantener un ritmo de trabajo. Los problemas de falta de sueño y de fatiga se alivian, y afrontamos con más ganas, energía y, sobretodo, buen humor nuestra jornada laboral.

En esta línea es interesante respetar unos horarios de comidas. Nuestro cuerpo se habitúa a ingerir alimentos en determinadas horas, y las fuerzas y ganas nos flaquearan si no las respetamos. Además, es conveniente que la comida sea equilibrada y nos aporte todo lo necesario para mantenernos con plena energía. Otra buena idea es repartir las comidas a lo largo del día de manera que evitemos realizar pocas y copiosas comidas. La felicidad en el trabajo es inversamente proporcional a las ganas de echar una cabezadita tras una comida abultada.

Mantenerse en forma también nos ayudará a ser felices en el trabajo. Un cuerpo en forma se resiente menos cuando afronta muchas horas de trabajo y se recupera mucho antes del esfuerzo. Llegar y salir del trabajo agotado puede acabar por quemarnos y por desarrollar el síndrome de burnout.

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