El síndrome de burnout aparece muy ligado al mobbing. El mobbing, o acoso laboral, se da cuando el entorno laboral ejerce una terrible presión psicológica negativa sobre el trabajador con el fin de obligarle a renunciar a su trabajo. El hostigamiento provocado por el mobbing puede ser considerado similar a la sensación del trabajador quemado por su empleo, pero albergan diferencias.
El mobbing implica un deseo consciente por parte de tus compañeros o tus superiores de perjudicarte anímicamente en tu trabajo. Por lo tanto, es una forma de acoso y su origen es externo al trabajador ya que son los supuestos compañeros los que convierten en un infierno su jornada laboral. El síndrome de burnout tiene un origen más subjetivo. Son las expectativas del trabajador derrocadas por la realidad que involuntariamente se ha creado o descubierto en la oficina.
Por supuesto, el mobbing es una causa muy grave para quemarse en el trabajo y debe ser denunciada sin miedo a represalias. Por fortuna, si padecemos de síndrome de burnout es probable que, aunque el entorno haya colaborado en generarlo, logremos que nuestros compañeros y oficina nos ayuden a superar el problema.