Tu espacio de trabajo es muy importante. El lugar debe ser un sitio acogedor y agradable. Piensa que vas a pasar en él muchas horas y vas a necesitar sentirte a gusto trabajando en él. Además, un espacio de trabajo agradable te permitirá relacionarte mejor con tus compañeros y hará más llevadera la jornada laboral.
De igual modo que no te gusta vivir en un lugar inhóspito y frío, tu entorno laboral debe crearte sensaciones agradables. El primer paso es intentar eliminar todos los elementos que puedan resultarte hostiles o poco agradables. En este sentido, es importante mantener limpio el lugar y con un olor agradable. Siempre que sea de consenso con el resto de compañeros con los que puedas compartir tu espacio, puedes usar instrumentos para difundir un aroma agradable en el ambiente.
Tu asiento debe ser cómodo. Es posible que pases sentado muchas horas, por lo que resulta vital que tu asiento no te provoque dolores ni te fuerce a adoptar posturas extrañas. De igual modo, es importante que utilices algún almohadón o reposapiés si lo crees necesario para tu comodidad.
Rompe con el monocolor. Usa alguna fotografía o adorno para dar variedad al escritorio. En el mismo sentido, es agradable disponer de fotografías o regalos que te hayan hecho seres queridos para darte apoyo durante las jornadas de trabajo más sacrificadas. Las plantas son una buena alternativa también, aunque siempre que no causen molestias en la oficina.
La música también puede ayudarte a relajarte y sentirse a gusto mientras trabajas. Puedes usar música ambiental en colaboración con el resto de tus compañeros. De este modo también podrás ir conociendo un poco más al resto de tu oficina. También puedes usar alguna radio de bolsillo o mp3, siempre que no afecte al rendimiento normal que puedas dar.
Es esencial mantener organizado tu espacio de trabajo. Tener todo lo necesario a mano te evita pérdidas de tiempo innecesarias en búsquedas y tenerte que preocupar por el paradero de algún documento o herramienta importante cuando más lo necesites.